Mis cafés favoritos de Madrid


Tuve la fortuna de pasar casi tres meses en Madrid, una ciudad por la que siento especial cariño, no sólo porque me parece fantástica sino porque también alberga a amigos muy queridos.

Esa fue mi segunda visita a la ciudad, así que las visitas a sitios turísticamente obligatorios ya estaban cubiertos. Por lo tanto, cuando me puse a buscar lugares por conocer, se me ocurrió hacer un tour por los mejores cafés de la ciudad.

Lo primero que hice fue una investigación exhaustiva: por blogs, foros y redes sociales. Luego armé una lista de lugares para visitar. El desafío me lo tomé en serio: algunos días llegué a ir hasta tres sitios distintos. Acá les comparto mi recuento:

La Bicicleta (Plaza de San Ildefonso, 9): este es, sin duda alguna, mi café favorito de Madrid. Situado en el corazón del trendy barrio de Malasaña, el local ostenta una cálida atmósfera, propiciada por la cordial atención de sus meseros y nutrida por la variopinta comunidad que lo frecuenta, una que en resumidas cuentas es gente muy cool: escritores, ilustradores, actores, músicos.

Federal Café (Plaza de las Comendadoras, 9): este local es decididamente más upscale y ostenta una estética bastante minimalista, lo cual se traduce en precios más caros y una atención bastante fría (la vasta mayoría de las veces que fui se tardaron en atenderme, y cuando lo hicieron no fueron muy cálidos que digamos). Sin embargo, el café que preparan bien vale una visita: es exquisito. (También recomiendo las french toasts que sirven con rodajas de pera.)

Toma Café (Calle de La Palma, 49): este lugar prepara exclusivamente café y se lo toman bien en serio. Las veces que fui siempre estaba lleno de gente, lo cual dice mucho de la calidad de los brebajes que preparan. La atención es bastante cordial, aunque sugeriría que hubiese más luz ya que en días nublados se puede poner bastante oscuro.

Cafelito (Calle Sombrerete, 20): encontré este local por pura suerte. Una tarde quedé con una amiga para almorzar por Lavapiés y al terminar de comer le comenté que me provocaba un café. Acto seguido ella tecleó en su celular literalmente “mejor café en lavapiés” y le salió Cafelito. Los meseros son bastante amigables, la gente que asiste es tan ecléctica como el barrio que lo alberga (¡y muy guapa!). En fin, Cafelito es un sitio acogedor y definitivamente encantador.

La Fugitiva (Calle de Santa Isabel, 7): en el mismo barrio de Lavapiés se encuentra esta librería que incluye unas cinco, seis mesas. El lugar derrocha intimidad: es reducido y el silencio literalmente se impone en el ambiente. Incluso cuando prefiero lugares más concurridos y ruidosos para escribir, debo admitir que escribí con mucha paz cuando fui a tomarme el rico café que allí preparan.

Lo bueno de conocer tantos sitios en tan poco tiempo es que sientes la presión de aprovechar tu tiempo al máximo y de ejercer un veredicto con premura. Así como llegué a visitar bastantes sitios, también tuve la oportunidad de repetir en mis favoritos (Bicicleta, Federal, Toma).

Madrid prepara muy buen café, así que si tienes un par de horas libres y quieres dedicárselas a pensar, crear o compartir con una persona que quieres, te recomiendo que lo hagas en alguno de estos sitios que acá te describo.


Acá puedes leer Mis cafés favoritos de Buenos Aires.

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